Lo primero y más importante ahora mismo, es solucionar la crisis sanitaria del Coronavirus. Muestra de la importancia de esta pandemia, es el esfuerzo de los gobiernos y bancos centrales de todo el mundo por frenar la sangría económica que producirá el paro productivo de empresas y países.
La preocupación se palpa en el ambiente y no sólo por el aspecto sanitario, sino por el económico. Por lo que vendrá después, cuando el Coronavirus se haya convertido en otro virus más a sumar a la lista de las vacunas recomendadas por la OMS. Lo que nadie se atreve a nombrar ahora mismo, es la palabra crisis, recesión o depresión. Y sí, es muy probable que entremos (de nuevo, una vez más) en recesión. Pero esta vez, será diferente.
Lo primero, qué es una recesión
Recesión implica que el crecimiento de un país es negativo durante dos trimestres consecutivos.
Y la gran pregunta es ¿puede suceder? Sin lugar a duda sí, ya que el primero sin crecimiento será este trimestre, es decir, Abril, Mayo y Junio. La mala noticia es que el tercer trimestre es muy bueno para determinados sectores, como el turismo y la restauración, pero muy flojo para muchos otros debido a las vacaciones y descenso de pedidos. Por tanto, es muy probable que encaremos otro más de flojo crecimiento, ya que, aunque tengamos muchas ganas de salir a la calle e irnos de vacaciones, los traslados y el turismo se verán afectados por los efectos colaterales del post – COVID 19.
Falta por ver el efecto que tendrá en virus en EEUU y LATAM, que parece están recibiendo ahora los primeros coletazos del Coronavirus. Por tanto, estimo y entiendo que tendremos tema para rato.
¿Qué sucederá después?
En términos económicos, todo apunta a que la normalización de la economía y la actividad productiva no venga hasta finalizado el tercer trimestre, es decir, nos iríamos a la parte final del año, a partir de Octubre de 2020 e inicio de 2021, lo cual hace pensar que podamos vivir una pasajera y temporal recesión, pero, en manos de los gobiernos y bancos centrales, está el estímulo de la economía para por lo menos, mantener la posición que iniciamos en Enero de este año.
Puede ser que el año esté perdido, puede ser que incluso ya comencemos a pensar en 2021, sin haber siquiera llegado a la mitad de este 2020, pero las medidas que están tomando hoy tanto la Reserva Federal como los Bancos Centrales, son claramente expansivas. Esto es, pro crecimiento, inflación y gasto. No se quiere bajo ningún concepto, un parón del crecimiento económico en España, que irremediablemente vendrá, pero no para quedarse. La economía está inundada de millones de euros para favorecer el crecimiento, no sé cómo lo pagaremos ni de dónde lo sacaremos, pero el compromiso está claro: No se busca otro 2008. Incluso Alemania, ha soltado la gallina. Algo inédito.
Personalmente, me entristece esta situación ya que este año, se esperaba que nuestro país fuese la locomotora de Europa. Las empresas llevan saneando sus balances desde el colapso de Lehman en 2008, se han hecho reajustes, reestructuraciones y todos los ciudadanos hemos sido más austeros y conservadores. Hemos hecho los deberes y creo, no nos merecemos otra nueva crisis. Quizá la anterior sí, pero esta, de verdad que no.
Por qué la crisis del coronavirus será diferente
Cuando en 2008 estalló la burbuja de las hipotecas Subprime y el colapso financiero mundial, veníamos de una etapa alcista de derroche, gasto y endeudamiento sin igual. Los índices marcaban máximos históricos, la burbuja inmobiliaria crecía sin cesar y todas las acciones eran de calidad. Todo subía. Cuando estalló, el colapso fue global, afectó a todos los sectores, economías y países, hundiéndonos en una profunda crisis de liquidez y deuda.

Los indicadores económicos se desplomaron y hubo sectores que llegaron a desaparecer. El desempleo se fue a máximos y los índices bursátiles tocaron fondo. Ahora, nos encontramos ante un parón de la economía y la actividad productiva, pero no tenemos un problema de fondo estructural que haga peligrar todas las economías. Estamos ante una situación pasajera y temporal, similar a cuando se produce una bajada del diferencial en nuestras casas. A partir de ahí, sólo necesitamos subir los automáticos para que a la actividad, la producción y la economía vuelva la luz. Esto tampoco debería de ser un problema de fondo ya que no es algo que afecte a España en particular, sino a la economía en general, es decir, todos los países del mundo verán mermados sus indicadores de crecimiento. La última gran crisis duró en España 6 años y aunque los datos ya son realmente malos, la crisis del Coronavirus no debería alargarse tanto.
Digamos que pasaremos por un par de trimestres de batería baja, para arrancar con fuerza y seguir donde lo dejamos. ¿Esto implica que las empresas ya no valen nada? ¿Que los ingresos, pedidos y proyectos desaparecerán? ¿O que los productos que compramos habitualmente perderán su valor? Pues seguramente no. Pero estamos en un momento social, político y económico de pánico, donde parece que el mundo entero va a desaparecer.
Cuando el miedo al final del mundo desaparezca, subiremos los automáticos y volveremos donde lo dejamos.
No será un punto final, sino un punto y a parte.

Borja Rubí, EFA
Socio en RWB y Gestor de Patrimonios – Agente Financiero en Diaphanum SV
Miembro de la European Financial Planning Association
RWB es la única entidad financiera en Asturias que realiza Asesoramiento Financiero Independiente. Agentes de Diaphanum SV con nº de registro en la CNMV 265.
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